miércoles, 8 de julio de 2015

Hospital Blackwood

Hoy os traigo un relato obra de Robert Kuzmeski titulado “Blackwood Hospital” y que se publicó en la Wyrd Chronicles 15. Creo que puede resultar a todos aquellos que quieran saber un poco más sobre la ciudad de Malifaux, especialmente a aquellos que les interese el trasfondo del starter para dos jugadores. La traducción corre de mi cuenta, aunque esta vez se la he pasado a Sezar una vez acabada por si era necesario darle algún retoque.



"Así que, ¿pretende usted decir, Sr. Hall, que no ha habido incidentes en el Sanitarium?", preguntó el Dr.Blackwood con aire condescendiente mientras miraba fijamente al contable del Gremio, intentando intimidarlo. Él era la autoridad aquí y pretendía que el empleado lo reconociera."Después del incidente de la fuga, tus autoridades me llamaron para venir a través de la Brecha y crear algo un poco más beneficioso para los mentalmente enfermos y para la sociedad que los rodea. Me cuesta aceptar que no se necesiten mis servicios".

El Sr. Hall pensó su respuesta con cuidado, ganando algo de tiempo al limpiar sus gafas con un pañuelo. Trató de no ofenderse por el tono del Dr. Blackwood, pues no le gustaba el psiquiatra, y lo haría saber en su informe a sus superiores del Gremio.

"Quería decir sin repercusiones", dijo después de una espera. "Simplemente digo que teniendo ya un lugar para almacenar a los dementes, es algo difícil fundar otro".

Blackwood sonrió. Tenía al hombre donde quería. "Almacenar", dijo mientras se inclinaba hacia delante, "ese es precisamente el problema. Sobremedicas a tus pacientes. Los doblegas. Realizas prácticas psiquiátricas desfasadas en inútiles intentos de volverlos inofensivos". En mi lado de la Brecha, hemos avanzado más allá del encarcelamiento. Buscamos rehabilitar y restaurar a estas pobres víctimas, para convertirlas en miembros funcionales de la comunidad".

Analizó la cara de Hall, viendo tanto exasperación como confusión en los ojos del burócrata. No había posibilidad de conseguir el proyecto desde un nivel económico. Tendría que centrarse en la falta de conocimiento médico del contable. La inseguridad en un tema desconocido lo haría maleable. Sería más proclive a la idea de crear un nuevo y mejor hospital. Blackwood planeó cerrar el encuentro mostrando una prueba de sus métodos. Pero primero tenía que desacreditar los procesos de la institución actual.

"Tu organización tiene una dudosa reputación. Está a rebosar; llena de gente a la que el Gremio ve como basura humana. La psiquiatría ayudaría a esas personas a volver a la normalidad. Estoy seguro de que al Gobernador le encantaría ver trabajadores sanos de vuelta a las minas o a las máquinas de vapor. Por favor, dime si estoy equivocado."

"Señor, tenemos un psiquiatra en el Sanitarium", contestó Hall con un tono algo molesto. "El Dr.Morrows está en cargo allí y está cualificado para..."

"¿Cualificado por quién?", interrumpió Blackwood. "Desde luego, no por ningún cuerpo responsable de la supervisión psiquiátrica. Nosotros llegamos al corazón del problema; a la raíz de los fallos. Con el debido respeto a tu gobierno, esta ciudad es simplemente un pueblo de frontera y está siendo administrado como tal. Tiene sentido por supuesto, recursos limitados, personal cualificado limitado. Tus legisladores hacen lo mejor por la seguridad de su ciudadanos sin darse cuenta de que es mejor la sociedad como conjunto. Contar con trabajadores sanos reduciría el riesgo de problemas de manos de los mentalmente enfermos. Esto es lo que ofrezco. El fin de un edificio abarrotado que almacena personas como un almacén haría con el grano. ¿Qué valor ofrecen a la sociedad los granos podridos?

"Ninguno" Respondió Hall, mostrando incomodidad con el tema. Era el momento de aprovechar la ventaja.

"Ninguno" Repitió Blackwood con un énfasis dramático. "Déjame mostrarte otra manera. Ven"

Se levantó de su escritorio y conminó al empleado a seguirle. Hall le siguió, entrando en las instalaciones conforme andaban.

El edificio estaba principalmente vacio, salvo por algún que otro mueble usado por los trabajadores para poner a punto el hospital. Las diseminadas sillas y escritorios eran muy distintos entre sí, careciendo de uniformidad alguna. Era una extraña mezcla respecto a las elaboradas oficinas del Gremio a las que Hall llamaba hogar.

"¿Has amueblado el lugar tu mismo?", preguntó al doctor; tanto para tener una pequeña charla, como para investigar los hábitos de gasto de aquel hombre.

"Lo he hecho, sí, si es que puedes llamar a esto amueblado", contestó Blackwood por encima de su hombro mientras continuaban por el pasillo. "Aunque el Departamento de Psiquiatría y Salud Mental de la Universidad Collins se encargó de mi presencia aquí, sus principales decisiones económicas se encuentran en el otro lado de la Brecha. Pago al poco personal que tengo, alquilo el espacio y gano algo de dinero para poder seguir adelante. Cuando vea una prueba de nuestro trabajo, entenderá sin lugar a dudas el potencial que el dinero del Gremio puede traer a nuestras pacientes".

Hall dudaba de que las pruebas pudieran ir más allá de meras fanfarronadas, pero su trabajo dictaminaba que tenía que evaluar el progreso del doctor. No tenía nada positivo que decir sobre Blackwood; dada la condescendencia que había tenido que soportar. El Gobernador no era ningún idiota y, por ahora, Hall quería hacer quedar a este hombre como tal. Puede que lo envíen de vuelta a través de la Brecha, y así podré evitarme este tipo de encuentros indeseados en el futuro, pensó mientras caminaban.

La caminata pareció eternamente larga. El edificio era mucho más largo que el actual Sanitarium, y en él cabrían muchos más pacientes. Aunque lo único que hiciera fuera mantener a los enfermos alejados de las calles, Hall tuvo que admitir que el tamaño era un beneficio.

La localización le preocupaba a Hall. Tener tantos dementes cerca del Viejo Malifaux podría dar lugar a problemas.

"Impresionante estructura", dijo Hall mientras se acercaban a un signo pintado a mano que señalaba las salas de tratamiento. "Pero, ¿no es peligroso estar tan cerca del Viejo Malifaux? ¿No atraerá la atención de los habitantes originales de la ciudad?

"Será responsabilidad de tus guardianes mantener a los pacientes seguros y alejados de los Nonatos", replicó Blackwood mientras abría una puerta junto al signo de tratamiento. "Si por mi fuera, habría preferido una localización más central. Tristemente, los ciudadanos preocupados mostrarían su disconformidad con un psiquiátrico tan cerca de sus casas, dado su historial de problemas."

Abrió una puerta que daba a una escalera, y los dos hombres bajaron a la siguiente planta.

"Aquí estamos", dijo Blackwood cuando llegaron abajo. Abrió un conjunto de puertas dobles y entraron en otro pasillo, parándose en la primera habitación. Una puerta cerrada, aparentemente hecha de acero grueso similar al de la cárcel. "Este es el hogar temporal de la que los empleados llaman paciente 1078. Aquí, responde al nombre de Mary Jenson, el nombre que tenía antes de que su enfermedad empezara."

Hall reconoció el número, se había encontrado con la mujer en algunas auditorías en el Sanitarium. Había llegado allí después de secuestrar y ahogar a dos de los hijos de su vecino, insistiendo en que unas voces le ordenaron hacerlo. Pasar por su habituación y escuchar sus llantos siempre le daba escalofríos.

No estaba gritando ahora mismo, su silencio impactó a Hall."¿Está dormida?"

"Quizás", contestó Blackwood. "Aunque lo dudo. Es mediodía después de todo."

"Está demasiado... quieta" masculló Hall. "Tiene que estar fuertemente sedada."

"No, querido amigo", se rio divertido Blackwood. "No siempre es necesaria la medicación. Simplemente hemos estado trabajando con ella y le hemos enseñado habilidades para ayudarla a hacer frente a sus periodos de delirios. Ahora puede dejar las voces a un lado"

Blackwood abrió la puerta y Hall se sintió de pronto retrocediendo incómodamente. Estaba demostrado que la mujer era muy peligrosa; algunos ataques ocasionales de violencia causaron algunas de las heridas más graves en el Sanitarium. Ella caminó tranquilamente fuera de su habitación, calmando su miedo.

Su comportamiento tranquilo pilló a Hall fuera de guardia, quien miraba fijamente a la mujer sin poder creérselo. Siempre pensó que la demencia tendría un aspecto distinto. O había estado equivocado o la cordura de la mujer estaba intacta.

"Es increíble", dijo, girando su cabeza hacia el doctor. “¿Me juras que no hay sedación?”

"Señorita Jenson", dijo Blackwood a la paciente, "¿podría correr hasta la mitad del pasillo y volver?"

Sin decir una sola palabra, la mujer lo hizo. Hall miró atentamente como corría, buscando algún indicio de sedación. Sin embargo se movía de un modo frenético, no podía imaginarse una persona drogada con tanta velocidad. Para su ojo no entrenado, ella parecía física y mentalmente bien.

"¿Le parece una mujer que pueda funcionar en sociedad?", preguntó el doctor. "¿Puede ser puesta a trabajar y contribuir al crecimiento de esta ciudad?"

"Ella...ella podría", balbuceó Hall. Los resultados del doctor eclipsaban su desdén por su arrogancia. "Creo que he visto suficiente para rellenar mi informe, Doctor Blackwood. Debería volver a mi oficina para documentar mis hallazgos."

"Muy bien entonces", respondió Blackwood antes de volver su atención sobre la paciente. "Mary, por favor vuelve a tu habitación. Volveré enseguida para nuestra sesión".

La mujer cumplió la orden ansiosamente, y el doctor cerró la puerta tras ella. Blackwood señaló de nuevo hacia las escaleras, y dirigió a Hall al piso de entrada. El empleado no dijo nada mientras salía. Intercambiaron los respectivos saludos formales y pronto se puso en marcha.

Con Hall fuera del edificio, el doctor cerró la entrada y se giró hacia el centro del tenuemente iluminado vestíbulo. "Ha ido bien", dijo a las sombras. "No estoy seguro de lo que has hecho para hacerla obedecer mis órdenes, pero ha sido convincente."

"El terror es un motivador poderoso, doctor", dijo la mujer, saliendo desde detrás de una de las columnas de mármol que había en la habitación. "Déjame los trucos a mí si quieres que tus sueños se hagan realidad."

"Sí",  susurró Blackwood mientras ideaba su sueño, el “Hogar Blackwood para la Curación Mental.”

"Llámalo como quieras", dijo, moviéndose lo suficientemente cerca como para susurrarle al oído. "Mientras no olvides nuestro acuerdo. Tendré acceso sin restricciones a las pacientes. Rompe nuestro trato y tu angustia mental será permanente, y paralizantemente dolorosa".

El cálido aliento en su oreja lo distrajo, robándole su discurso. Asintió sin dudarlo.

"Perfecto", dijo la mujer mientras sus dedos se movían por las runas arcanas que adornaban la caja de madera en su mano. "Habrá grandes hitos en nuestro futuro, Doctor Blackwood."






En fin, para los que no estén atentos, al parecer Pandora ejerce una influencia bastante poderosa en el nuevo Sanitarium, va a tener mucha gente  disponible para sus macabros fines. Siempre he creído que los Nonatos que hacen su papel sin ser exponerse tanto, son mucho más peligrosos y me gusta ver las jugadas que hacen para lograr cumplir sus agendas. La verdad que me han entrado ganas de hacerme con la caja de “No Shelter Here” y empezar con la pelirroja.

2 comentarios:

  1. Muy chulo, buen trabajo de traducción de Sezar y Druso.
    ¿Para cuando un concurso de relatos?

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